Haz una cita hoy
- Regeneración del Tejido Hepático: Las células madre tienen la capacidad de reemplazar los hepatocitos dañados y restaurar la función hepática. Liberan factores de crecimiento que promueven la proliferación celular y la reparación de los tejidos.
- Efectos Antiinflamatorios: Las células madre reducen la inflamación crónica, que es una característica de enfermedades hepáticas como la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) y la hepatitis autoinmune, al secretar citocinas antiinflamatorias e inhibir las citocinas proinflamatorias. Esto reduce la inflamación y promueve un entorno favorable para la curación.
- Inmunomodulación: Las células madre equilibran la respuesta inmunológica en enfermedades hepáticas autoinmunes e inflamatorias al reducir la actividad de las células asesinas naturales y los macrófagos que contribuyen al daño hepático. Esto ayuda en condiciones como la hepatitis autoinmune al minimizar los ataques inmunológicos sobre el tejido hepático.
- Efectos Antifibróticos: Las células madre tienen la capacidad de revertir o prevenir la fibrosis al inhibir la activación de las células estrelladas hepáticas, que son responsables de producir tejido fibroso. Esto reduce la rigidez del hígado y mejora su funcionalidad.
- Promoción de la Angiogénesis: Las células madre mejoran el flujo sanguíneo hacia las áreas dañadas del hígado para apoyar la curación, liberando factores pro-angiogénicos que estimulan la formación de nuevos vasos sanguíneos. Una mejor vascularización ayuda a suministrar oxígeno y nutrientes a las células hepáticas en regeneración.